Hoy es uno de esos días en los que se me ocurre jugar a la psicóloga y
al paciente y como nadie nunca está de ánimos para que lo psicoanalice, toda
frustrada me puse a psicoanalizarme yo solita. Si pues muchos preguntarán – qué
no tienes nada que hacer?, la verdad si, si tengo mucho que hacer, pero hoy es uno de esos días en los que no quieres
hacer nada de nada y solo escribir te calma, hoy es uno de esos días en los que
se despierta la escritora que vive dormida en mí. A veces despierta y toma
posesión de este cuerpo y dice y hace cosas que la verdadera yo definitivamente
no haría, unos lo llaman mi alter ego, otros me dicen que estoy loca, a mí me
gusta pensar que tengo un talento oculto que nadie ve. Pero esta escritora es
extraña, a veces tiene las palabras justas para cada momento oportuno, pero a
veces simplemente se queda muda y observa, observa el mundo a su alrededor y
muchas veces lo que ve no le gusta. Le disgusta tanto el mundo exterior que
siempre conversa con ella misma y cuando quiere una respuesta lo que piensa solo escribe, como hoy. A veces
he pensado que una soy autista no diagnosticada, pero a veces también me sorprende
lo sociable que soy, tal vez tengo un conflicto de bipolaridad.
Todo está bien, al fin y al cabo cada uno es como le da la gana, el problema
se da cuando tus desordenes bipolares lastiman a la gente de tu alrededor. Quizás
por eso no tengo muchos amigos y los que tengo solo saben de mi cuando me da la
gana o cuando estoy de ánimos. Y estoy segura que cuando necesite de alguno de
estos “amigos”, ninguno de ellos estará para mí. No los culpo, están en su
derecho, la culpable soy yo.
He llegado a pensar que tal vez, muy en el fondo me acerco a las
personas porque puedo obtener algo de ellas, algo que necesite, algo que me
falta, algo que me beneficie, pero esta idea me parece muy descabellada y hasta
cruel. Es la verdad, para que voy a mentir, puedo mentir, ¡claro que puedo!,
pero no aquí. Pero eso no es lo peor de todo, si señores hay más, lo peor viene
cuando ya conseguí lo que me interesa y simplemente me deshago de esas
personas.
Jamás he sentido que pertenezco a un lugar, ni a un grupo de
personas, siento que estoy en la secundaria otra vez, y me encuentro
frente a un enorme comedor, y me veo parada en medio de todos, con mi bandeja
plateada, y están los famosos mini grupos sociales. Están las bellas y huecas
porristas, las chicas que dedican horas a producirse y van a la escuela como si
fuera un desfile de modas, los fortachones del equipo de futbol, algunos muy
guapos, claro si te gustan 100 kilos de puros esteroides. El grupo de intelectuales
con lentes, de los intelectuales sin lentes, los aparente mente normales, que no encajan en ningún grupo, a mí me gusta
llamarlos desadaptados por decisión propia. Están los del grupo de matemáticas,
los científicos, los viciosos y los
fumones. Y ahí viene la gran pregunta, donde demonios encajo yo? No soy
porrista, ni modelo, ni científica ni buena en matemáticas y tampoco me
considero desencajada y mucho menos fumona.
Así que un día me rendí de buscar un lugar para mí y decidí hacer mi
grupo de 1. Y así he vivido siempre, feliz, con mi música, mis libros es de
terror, sin preocuparme en agradar a otros, con mi forma de pensar distorsionada,
y sin tener que ser hipócrita tratando de aparentar que me siento a gusto con
gente a mi alrededor.
Claro, esto funciona durante al adolescencia y la época de la
universidad peor lamentablemente llega una etapa en la vida en al que
obligatoriamente tienes que socializar con alguien. Con los años y en el mundo
laboral he cambiado un poco. Creo que es la sociedad que te obliga a modificar ciertos
patrones de conducta, bueno los tienes que cambiar para surgir
profesionalmente, ahora he encontrado cierta compatibilidad con la gente que me
rodea tratando de construir nuevas relaciones. Hay que reconocerlo, me he esmerado.
Y mi chico, con toda la paciencia que lo caracteriza, ha tratado de cambiarme día
a día, al principio fue difícil y nos costó muchas peleas, pero hay que
aceptarlo, por AMOR, hasta el más antisocial se vuelve el alma de la fiesta.